La política en Nuevo León amaneció con una noticia que marca un cierre de época. El fallecimiento de Mauricio Fernández Garza, a los 75 años, dejó un vacío en San Pedro Garza García y en la memoria colectiva de quienes lo vieron gobernar durante más de tres décadas. Su muerte se produjo apenas unos días después de que anunciara que dejaría definitivamente su cargo como alcalde para dedicar sus últimos días a la vida personal.
El anuncio oficial de su partida llegó en la madrugada, cuando fuentes cercanas confirmaron lo inevitable. No fue sorpresa total, ya que en semanas recientes él mismo había hablado abiertamente de su delicado estado de salud. Sin embargo, el impacto se sintió fuerte. San Pedro pierde a un líder que, para bien o para mal, supo dejar huella.
El deceso también plantea un relevo simbólico. La política local pierde a uno de sus personajes más longevos y peculiares. Su estilo directo, sus posturas firmes y sus decisiones que lo convirtieron en un referente imposible de ignorar.
Una Lucha Constante Contra El Cáncer
La historia de Mauricio Fernández con la enfermedad comenzó en 2021. Ese año dio a conocer que padecía mesotelioma pleural, un tipo de cáncer que afecta la membrana que recubre los pulmones. El diagnóstico preocupó a sus simpatizantes, pues ya entonces era un político con gran influencia en Nuevo León.
Se sometió a cirugía en septiembre de 2021 para retirar tejido dañado y continuó con tratamientos que parecían dar resultado. En enero de 2023 anunció que estaba libre de cáncer, una noticia recibida con esperanza. Sin embargo, el alivio duró poco. Apenas semanas después, en febrero de 2023, admitió que la enfermedad había regresado con más fuerza.
Comenzó entonces una etapa de quimioterapia e inmunoterapia. Estos procesos lo debilitaron físicamente, pero él insistió en seguir apareciendo en actos públicos. Aunque cada vez eran menos, sus apariciones mostraban tanto su compromiso como el deterioro visible de su salud.
Finalmente, en septiembre de 2025, reconoció que no podía continuar. Solicitó licencia, presentó su informe y anunció su retiro definitivo. Fue su manera de cerrar un ciclo frente a todos, con franqueza y sin ocultar lo que enfrentaba.

Una Trayectoria Política Marcada
Fernández se inició en la política bajo las siglas del PAN. En 1989, a los 39 años, asumió su primer mandato como alcalde de San Pedro. Desde ese momento, comenzó a forjarse como un líder distinto. Mezclaba su perfil empresarial con una visión firme y, muchas veces, polémica de la política.
Gobernó en cuatro periodos: 1989-1991, 2009-2012, 2015-2018 y 2021-2025. Ningún otro político sampetrino acumuló tal permanencia en la alcaldía. Esa continuidad reflejó respaldo ciudadano, aunque también generó críticas constantes.
Su estilo lo hizo destacar. Amante del arte, coleccionista y excéntrico, no temía hacer declaraciones fuertes ni tomar decisiones que causaban controversia. Muchos lo recuerdan por su carácter directo y sus propuestas arriesgadas, sobre todo en temas de seguridad y urbanismo.
San Pedro, considerado el municipio más rico de América Latina, vivió bajo su liderazgo transformaciones profundas. Algunos lo admiraron por su visión, otros lo cuestionaron por medidas que consideraban radicales. Pero nadie negó que fue un actor clave en la política local.
Reacciones Tras su Fallecimiento
La noticia de su muerte se esparció rápidamente. El Municipio de San Pedro emitió un comunicado en el que lamentó la partida de su alcalde. En el texto, se destacaron sus cuatro periodos de gobierno y su dedicación al bienestar de la comunidad.
Además, como muestra de respeto, se suspendieron todos los eventos públicos programados hasta el 28 de septiembre. Aun así, aclararon que los servicios municipales seguirán operando de forma regular. El gesto buscó rendir homenaje, pero también mantener la estabilidad en la vida diaria de la ciudad.
En redes sociales, las reacciones fueron inmediatas. Algunos ciudadanos expresaron admiración y respeto hacia su trayectoria. Otros recordaron episodios polémicos que marcaron su carrera. Sin embargo, todos coincidieron en reconocer que Fernández fue un personaje singular que dejó huella.
Los espacios políticos también se llenaron de mensajes. Figuras públicas resaltaron su carácter visionario y su compromiso con San Pedro. Para muchos, su partida deja un vacío que difícilmente podrá llenarse con facilidad.